la vida vista desde un plato volador!

Corre el siglo XXI, pero no nosotros... no señores, nosotros seguimos quietitos estancados en la estupidez! Aquí relatos para la posteridad sobre las payasadas que nuestra señora sociedad nos presenta día a día.

miércoles, agosto 23, 2006

con los pelos de punta



La raza humana desciende del mono.
El mono tiene todo su cuerpo cubierto de pelos como un sistema de protección ante agresiones como heridas, roces o el frío.
El humano se exilió de su propio planeta refugiándose en ciudades artificiales donde perdió todo contacto con la naturaleza, con su hábitat.
Su cuerpo mutó en función a esta nueva forma de vida, empezó a desarrollar nuevos parámetros lógicos, a generar nuevas formas de interacción.
Comenzó a perder pelo en las partes en las cuales la naturaleza ya no lo consideraba necesario, por la vestimenta o la forma de vida adoptada.
El macho de la raza humana determinó que por motivos 'estéticos' la hembra debía carecer de vello en las piernas, axilas y diversas partes de su cuerpo, acorde al crecimiento del mismo.
La hembra consideró que se trataba de una excelente idea.
Calentó cera, se la tiró encima aún caliente, esperó unos segundos quemándose viva para la correcta apertura de los poros, y se arrancó los pelos.
Repitió esta secuencia por años, con una frecuencia que depende de la velocidad del crecimiento del vello.
Es raro, es humano.

lunes, agosto 07, 2006

ser un lienzo


El tono de la piel humana está definido por un pigmento celular llamado melanina, que genera desde tonos sumamente claros, de un rosa blancuzco, hasta un marrón casi negro. Los humanos, no bastos con menospreciar a otras especies, decidieron dividirse a sí mismos en distintas razas, acordes al tono de su piel. Así encontraron una nueva excusa para asesinarse entre sí, todo dependiendo de la información genética que viajara por sus venas. Dentro de la raza que se autodenomina 'blanca' surgió una tendencia estética según la cual el tono bronceado de la piel era más atractivo que el tono claro, natural. Este bronceado se logra bajo la exposición prolongada a los rayos solares, que generan una leve modificación en el pigmento de la piel. Los humanos se toparon con dos problemas principales. Uno de ellos es que descubrieron que los rayos de luz ultravioleta son la principal causa del cáncer de piel, enfermedad que mata a 66 mil personas por año. El otro, más preocupante aún, fue mantener ese tono artificial en épocas en las cuales no pueden someterse a la luz solar con tanta frecuencia, o en las cuales ésta carece de la intensidad suficiente para quemarlos. Siempre ávidos de progreso, desarrollaron una fórmula cuasi mágica para solucionar este problema. Haciendo uso de su potencial científico desarrollaron pequeñas cámaras, similares a los ataúdes donde se guardan una vez muertos, donde las personas se recuestan para ser irradiadas por millones de rayos de luz ultravioleta, los mismos generados por el Sol pero mucho más nocivos. Así se encierran durante determinados períodos de tiempo, esperando que su piel se ase y sus células muten para luego salir en el esplendor del bronceado perfecto.
Es raro, es humano.

rescate-abierto-animales-equanimal